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03.05.2018
Banca

¿Quieres saber qué es un aval?

¿Quieres saber qué es un aval?

Seguramente lo hayas oído nombrar en muchas ocasiones, pero quizás no sepas a la perfección lo que es un aval. Se trata de una figura legal de suma importancia para asegurar el cumplimiento de obligaciones.

Por ello, debes saber en qué consiste, cómo funciona y sus diferentes tipos. Quítate las dudas leyendo este artículo.

¿Qué es un aval?

Se trata de un mecanismo que sirve para asegurar el pago de un crédito a través de una persona o de una entidad financiera.

Para simplificarlo, suele usarse cuando dos partes firman un contrato por el cual una de ellas (el deudor) deberá pagar una suma de dinero a la otra (el acreedor). Si el deudor presenta un aval y luego no quiere o no puede cumplir con su obligación de pagar, el acreedor podrá cobrarse a través de la persona constituida como aval.

De este modo, el acreedor cuenta con una garantía adicional para cobrar su crédito.

Diferentes tipos y diferentes usos

¿Qué tipos de aval existen y se utilizan en España? Fundamentalmente existen dos figuras:

1. Aval personal

Quien garantiza el pago es una persona, física o jurídica (por ejemplo, una sociedad comercial). Este “avalista” o “avalador” responderá con su propio patrimonio en caso de que el “avalado” incumpla con su obligación de pagar al acreedor.

En este caso, el aval puede estar ligado a capitales o propiedades inmobiliarias que el avalista tenga como titular.

En España, suele ser utilizado en contratos de alquiler de inmuebles, especialmente cuando el propietario arrienda un inmueble a estudiantes o personas jóvenes que recurren a sus padres para que les sirvan de avalistas.

En los casos de contrato de alquiler presenta ciertas ventajas para el avalado (en ese caso el arrendatario), ya que le será más práctico conseguir el aval y, además, no deberá afrontar el pago de comisiones, a diferencia de lo que ocurre con el aval bancario. Por el contrario, para el acreedor no es tan conveniente, ya que, por lo general, el nivel de solvencia del avalista es inferior.

Otro ámbito en el que suele utilizar el aval personal es el de los préstamos hipotecarios.

2. El aval bancario

En este tipo de aval, un banco o entidad financiera garantiza el cumplimiento de la obligación del avalado.

Es cada vez más utilizado en contratos de alquiler, ya que los propietarios están solicitando mayores garantías de solvencia y ello es lo que otorga el aval bancario. También se usa mucho en préstamos personales y en el ámbito empresarial (por ejemplo, en contratos de suministro).

El aval bancario tiene dos modalidades. En el técnico, la entidad bancaria se hace cargo de la totalidad de las obligaciones del avalado. En el aval económico, el banco garantiza el cumplimiento de las obligaciones de su cliente pero dentro de un monto y/o un plazo determinado.

Cómo se formaliza el aval

Una vez que el deudor, el acreedor y el avalista se han puesto de acuerdo en que este último se convertirá en garante del pago, las partes formalizan un contrato accesorio y subsidiario del contrato principal. Es así porque el avalista debe manifestar su carácter en forma expresa, no es algo que se pueda presumir.

De manera que cuando se constituye el impago por parte del deudor, el acreedor deberá, en primer término, reclamar el pago a este más los intereses que correspondan. Si el deudor insiste en no pagar, ya sea porque no puede o porque no quiere, el acreedor puede ejecutar el aval y accionar contra el avalista.

El avalista deberá responder ante el acreedor, por las sumas adeudadas y las multas, con sus bienes presentes o futuros.

En el caso de los préstamos hipotecarios, es una situación relativamente habitual que el deudor deje de pagar las cuotas al banco. Para estos casos es útil el aval, ya que los bancos no suelen tener interés ni conveniencias en cancelar el préstamo y ejecutar el inmueble, sino que prefieren que se cumpla con lo pactado, aunque sea a través del avalista.

Requisitos para ser avalista

Como requisito indispensable, el avalista debe ser mayor de edad y tener plena capacidad para celebrar contratos.

Por supuesto, el acreedor podrá exigir determinadas condiciones: solvencia financiera, ingresos estables y propiedades muebles o inmuebles de valor considerable. Cuantas más condiciones de estas cumpla el avalista, mayores serán las posibilidades de que el acreedor le acepte.

Efectos del aval

Tiene dos efectos principales. En primer lugar, el beneficio de excusión, que implica que no se puede trabar embargo contra el avalista hasta que no se embarguen primero los bienes del deudor principal (salvo que se renuncie hasta este privilegio).

El segundo efecto fundamental implica, como es lógico, que el avalista sea resarcido por el deudor en la cantidad adeudada más intereses, gastos y daños.

Esperamos que este artículo te haya sido útil con respecto a lo que es un aval. Si tienes más dudas, te recomendamos comunicarte con abogados especialistas en préstamos, hipotecas y avales.